viernes, 10 de julio de 2009

EL PREMIO A LOS TREINTA Y TRES (Creación, discusión y aprobación)

EL PREMIO A LOS TREINTA Y TRES
Gestión de jefes y oficiales para que se adoptasen en el País las leyes del Congreso G, Constituyente de las Provincias Unidas recompensando su intervención en la guerra contra el Brasil. (Tomado de Rememoraciones Centenarias de Vicente Caputi, pag. 131, 1930 – Barreiro y Ramos)

A fines de 1825, El Congreso General Constituyente que instalado en Buenos Aires había aceptado la reincorporación de nuestra provincia, procuró estimular a los que combatían contra el impero del Brasil y a ese efecto dictó una ley estableciendo premios para los que se invalidasen durante esa guerra, pensionando a las viudas e hijos de los caídos y comprometiendo a la Nación a cuidar de la educación y destino de los que resultasen huérfanos como consecuencia de la misma guerra. Además se prometía a los individuos del ejército concederles las gracias y premios a que se hiciesen acreedores por particulares servicios en la campaña.
Dos días después (2 de enero de 1826), el mismo congreso dictó otra ley mandando expedir despachos de brigadieres a los señores Juan Antonio Lavalleja y don Fructuoso Rivera en atención a los distinguidos servicios que han prestado en favor de la libertad de la Provincia Oriental, y disponiendo además que “el Ejército que bajo las órdenes del primero ha servido para tan gloriosa empresa se declara comprendido en los goces que acuerda la ley del 31 de diciembre próximo pasado al Ejército Nacional, en la presente campaña”.
Meses más tarde, el mismo Congreso a solicitud del presidente de la República Argentino Don Bernardino Rivadavia y de su ministro el general Alvear, contempló la situación de los Treinta y Tres, estableciendo la siguiente Ley de Premios:
Art. 1º.- El Brigadier Don Juan Antonio Lavalleja y los 32 individuos que bajo sus órdenes dieron principio a la heroica empresa de libertar a la Provincia Oriental, disfrutarán de los premios siguientes: El Brigadier Don Juan Antonio Lavalleja, dos mil pesos anuales. Los oficiales mil pesos anuales. Los sargentos, cabos y soldados, quinientos pesos anuales.
Art. 2º.- Dichos premios empezarán a correr desde el día en que cese la guerra con el Brasil.
Art. 3º.-Serán vitalicios.
Art. 4º.- Si hubiese fallecido o falleciese durante la guerra con el Emperador del Brasil alguno de los agraciados, su viuda e hijos, o en su defecto la madre viuda, empezarán a gozar desde entonces el premio en la forma establecida en el artículo 1º de la ley del 31 de diciembre de 1825.
Art. 5º.- El presidente de la República propondrá oportunamente los fondos que deban satisfacer dichos premios.
Sala del Congreso, Mayo 26 de 1826
Manuel de Arroyo y Pinedo, Presidente
José C. Lagos, secretario.

Como el artículo 2º de la ley transcripta establecía que los premios otorgados empezarían a correr desde el cese de la guerra con el Brasil, los agraciados no pudieron hacer valer sus derechos ante la República Argentina porque la convención de paz que en 1828 puso fin a dicha guerra constituyó a nuestra Provincia en Estado independiente. En atención a esa circunstancia, los señores Manuel Freyre, Pablo Zufriategui, Santiago Gadea y Jacinto Trápani por sí y a nombre de los demás que compusieron el número de los Treinta y Tres gestionaron en 1830 por intermedio del ejecutivo que la Asamblea General Constituyente declarase en su fuerza y vigor en nuestro País la ley aludida. En las investigaciones que llevamos a cabo (dice Caputi) en los archivos del Parlamento tuvimos la satisfacción de encontrar el documento de la referencia por el que tan meritorios servidores exponían y fundaban su solicitud agregando: “Su pretensión es sólo, que la soberanía del Pueblo usando de lleno de sus facultades, haciéndoles justicia, acceda a sancionar lo que la Nación Argentina reunida en Congreso, les acordó a fines de 1825. De aquella soberana corporación emanan todas las gracias, honores y distinciones que disfrutan todos y cada uno de los individuos del Ejército. Todos fueron dados por aquella autoridad, como que estaba igualmente representado allí nuestro País y formó una parte de la República hasta que la paz lo constituyó independiente”, etc, etc.
NOTA: Las expresiones autorizadas de los peticionarios constituyen un nuevo y valioso fundamento para la tesis que sostuvimos en “Investigando el pasado” (dice Caputi) a propósito de la fecha de la Independencia, que de acuerdo con los documentos de la época la fijamos en el 4 de Octubre de 1828 en que, con el canje de las ratificaciones de paz cesaron las hostilidades, quedando los nativos en condiciones de ejercer la soberanía absoluta en el territorio que había motivado la guerra que acababa de terminarse.

Como podrá verse en los facsímiles Nos. 54 a 57 la solicitud de la referencia encierra otros conceptos interesantes, teniendo en la parte final una constancia del jefe del estado Mayor Cnel. Pedro Lenguas. En el margen de la primera página figura un decreto con la rúbrica del gobernador Rondeau (Todavía no se había producido el conflicto con la Asamblea que motivó su renuncia) y con la firma de su ministro de guerra Gral. Lavalleja, mandando elevar dicha petición a la consideración de la Asamblea.


Facsímil 54 Facsímil 55






Facsímil 56 Facsímil 57




Según lo acreditan las actas respectivas, el pedido de que se trata sufrió una larga demora en las carpetas legislativas, iniciándose recién su discusión el 13 de Julio de 1830, en que se trató un proyecto de los señores Juan Benito Blanco, Antonio D. Costa y Lázaro Gadea, considerando a los Treinta y Tres por beneméritos de la Patria en grado heroico y fijándoles la siguiente recompensa:
“Para el brigadier general don Juan Antonio Lavalleja, quince mil pesos en fondos públicos del 6%. A cada uno de los jefes y oficiales que lo acompañaron, diez mil pesos en la misma forma. A los sargentos, cabos y soldados, cinco mil pesos. Los intereses de las cantidades que se asignaban, serían abonados por la Tesorería General mientras no se estableciesen los fondos públicos quedando exceptuados del premio y distinciones todos los individuos que después del 19 de abril de 1825 en que desembarcaron, hayan tenido mala conducta pública.”

Como al discutirse el proyecto se observase que no estaban creados los fondos públicos, se desechó el citado proyecto y se aceptó una moción del señor Francisco Solano de Antuña a la que se le dio la redacción siguiente:
Artículo 1º.- El premio consignado en la Ley del Congreso General de las Provincias Unidas del 23 de mayo de 1826, a favor del brigadier general don Juan Antonio Lavalleja y los 32 individuos que bajo sus órdenes dieron principio a la heroica empresa de libertar la Provincia, queda reconocido por la Nación.
Artículo 2º.- Las rentas generales del estado quedan obligadas a hacer efectivo el pago de las pensiones que dicha ley declara.
Art. Comuníquese, etc.

Puesto en debate el articulado, el señor Tomás Diago si bien exteriorizó su opinión favorable a que se premiase a los Treinta y Tres, haciendo un cálido elogio de su empresa, manifestó en cambio que consideraba inoportuna la sanción de la ley para evitar que la calumnia y la maledicencia ofendiese a los diputados porque entonces estaba al frente del gobierno uno de los Treinta y Tres y tal vez se dijese que algún genero de influencia los había puesto en el caso de designar aquel premio, cuyo asunto debía dejarse para la época constitucional.
El señor Cavia, participó de la opinión del señor Diago, no así los señores Gadea y Muñoz que consideraron oportuna la sanción del proyecto, que resultó aprobado en las sesiones del 13 y 14 de Julio de 1830.

jueves, 9 de julio de 2009

PABLO JOSE ZUFRIATEGUI




PABLO JOSE ZUFRIATEGUI
(Datos tomados del libro LOS LIBERTADORES DE 1825 de Aníbal Barrios Pintos)

“….Nació en Montevideo el 23 de enero de 1783. Fueron sus padres el guipuzcoano Francisco Zufriategui y Doña Catalina Más de Ayala. Era hermano de Juan, que actuó en Ituzaingó y de Rafael Zufriategui, y tío del que fuera presidente uruguayo Juan Francisco Giró.
Militar distinguido y de prolongada actividad refiriéndose a su actuación bajo sus órdenes dijo Lavalleja que siempre se había conducido “con valor, actividad, honor y patriotismo”. Y agregó que, en las diferentes ocasiones que tuvo que separarse del ejército para atender a otros puntos, antes y después de la batalla de Sarandí, quedó Zufriategui al frente del mismo.
Desde muy joven tuvo inclinaciones por la náutica. Incorporado a la marina española a los 20 años hace el corso contra Inglaterra y en 1805 fue uno de los pilotines de la fragata “Dolores”, armada por la firma Berro-Errazquin, en viaje a la India, que apresó varios barcos en costas africanas. Por cédula real de ese mismo año, Fernando VII le concedió el empleo de subteniente de artillería de ingenieros. Cuando estalla el movimiento emancipador, se incorpora en Canelón Chico al ejército de Artigas, y el 18 de mayo de 1811 se encuentra en Las Piedras.
Pasa luego a servir en el ejército sitiador a las órdenes del Cnel. José Rondeau y en julio de ese año es ayudante interino de artillería.
Dirige como piloto la expedición patriota que se apodera de la Isla de Ratas, llamada luego Libertad, ocupada por fuerzas de artillería españolas y el 26 de setiembre interviene en el abordaje y captura de la fragata española “Nuestra Señora de la Consolación”, junto al capitán, Eusebio Valdenegro y treinta soldados del regimiento Nº 4. Es declarado “benemérito de la Patria en grado heroico”
En marzo de 1812 se encuentra en el Salto Chico del Río Uruguay al comando de la artillería del regimiento Nº 6. Participa del encuentro de Itapebí y luego, incorporado a órdenes de Rondeau al regimiento de Dragones de la Patria, se halla en el encuentro del Arroyo Seco, el 1º de noviembre, y en la batalla del Cerrito, el 31 de diciembre, donde tiene a su cargo la conducción de dos piezas de artillería…..”
“….El 8 de enero de 1813 ya con el grado de teniente de artillería, el gobierno de Buenos Aires le hace entrega de artillería, municiones y otros efectos para ser conducidos a la Banda Oriental, en la expedición a cargo del teniente coronel Miguel Soler, con destino al ejército del general Artigas.
El 15 de marzo de ese año contrae enlace en primeras nupcias en San Isidro de Las Piedras con Dominga Rodríguez, natural de Montevideo; en segundas nupcias lo hará en Canelones el 25 de setiembre de 1827, con Ignacia Riao Artigas, también oriunda de Montevideo.
En noviembre de 1813 hace el corso en las costas de Maldonado. Pasa en 1814 a las fuerzas sitiadoras de Montevideo y ese mismo año, al comando de la goleta “Fortuna”, de 10 cañones, parte de Buenos Aires integrando la escuadra de Brown que había sido armada para combatir los buques realistas, distinguiéndose por su valentía en las acciones de Martín García y de Arroyo de la China.
A su regreso a la Banda Oriental, continúa sus servicios en el ejército sitiador al mando de Alvear. Al efectuarse el retiro de las tropas argentinas, queda encargado de la Capitanía del Puerto.
A las órdenes de Artigas es capitán del Regimiento de Artillería y en el sitio de Montevideo se halla en el batallón de Libertos Orientales a órdenes de Rufino Bauzá.
No acompaña a su jefe cuando éste se retira a Buenos Aires, y pasa a la plaza sitiada, donde el 24 de marzo de 1817 se le confiere el grado de sargento mayor de cívicos. En 1818 y 1819 se encuentra enrolado en la Marina Portuguesa.
En 1820 acompaña a Alvear en su campaña contra Buenos Aires encontrándose en Cepeda y Cañada de la Cruz, como sargento mayor. En la acción de San Nicolás es tomado prisionero pero logra fugar y pasa a nuestra Banda.
A mediados de 1821, en oportunidad de realizarse las elecciones del Congreso Cisplatino, resulta electo por San Salvador, pero es vetado por Lecor, a quien se dirige a fines de ese mismo año para solicitarles permiso para extraer de los campos realengos del estado un millar de cabezas de ganado vacuno, con el objeto de poblar la estancia situada en las inmediaciones de Carretta Quemada, que fuera de su esposa Catalina Mas de Ayala.
Al surgir la escisión entre imperiales y portugueses, es uno de los patriotas integrantes de la sociedad “Los Caballeros Orientales”, que trabaja en secreto por la libertad de la Provincia Oriental. El Cabildo de Montevideo le encomienda la formación del Cuerpo Cívico con el grado de sargento mayor. Enviado en comisión a Buenos Aires, a su regreso con Juan Vázquez Feijoo, luego del convenio realizado entre Lecor y Alvaro da Costa, se les intimó el destierro, asilándose ambos en Buenos Aires…..”
“…..Forma parte del grupo inicial de libertadores de nuestra patria y el 19 de abril de 1825, en la hora del desembarco, es después de Lavalleja, junto con Manuel Oribe, el de mayor grado. Se halla el 23 de ese mismo mes en San Salvador, en la derrota infligida a Laguna, que con una fuerza brasileña se opuso a la marcha patriota; el 28 se encuentra entre quienes sorprenden a Rivera en Monzón, y el 31, en San José, contribuyendo a la prisión del Cnel. portugués Bordas con sus oficiales, su tropa y sus caballadas.
El 1º de mayo es nombrado teniente coronel y dos días después es uno de los patriotas que entran en Canelones, que ya había sido abandonado por los enemigos. El día 7 se halla en la colocación de la bandera tricolor en el Cerrito. El 12 del mismo mes es comisionado a Buenos Aires, desde el Cerrito, por Lavalleja y Rivera, en solicitud de armas y recursos para la empresa libertadora. Incorporado al ejército el día 24 es nombrado fiscal de la causa que por traición se les formó en consejo de guerra a Bonifacio Isás y José María Turreiro, cuya sentencia fue luego revocada por el gobierno patrio, atendiendo el parecer generoso del general Juan Antonio Lavalleja.
El 25 de Junio, Pablo Zufriategui fue nombrado Jefe del estado Mayor del Ejército y el 12 de octubre comanda el ala derecha de las tropas patriotas en la batalla de Sarandí.
Por razones de salud pasa a Buenos Aires en enero de 1826. Meses después, el 6 de julio, le es otorgado el grado de coronel y el cargo de jefe del batallón de Cazadores Orientales……”
“….. Por su activo y laborioso carácter, así como por su comportación leal y honrada y constante solicitud en ser destinado a todas las empresas y servicios de riesgos y peligros, fue destinado a fines de ese año al asedio de la Plaza de Montevideo, habiéndosele nombrado al mismo tiempo comandante general de armas de la Provincia Oriental. En 1827 es reemplazado en ambas funciones. Ese mismo año interviene en la batalla de Ituzaingó, donde actúa como jefe de la división compuesta de los regimientos 8 y 16 de lanceros. Pasa luego a Buenos Aires, obteniendo en enero de 1828 su licencia absoluta del ejército argentino.
Regresa a su país y representa a Colonia, como diputado en la Asamblea Constituyente en San José. El 31 de Julio de 1829 se le reconoce por coronel de Caballería de Línea. Ese mismo año Rondeau lo designa capitán del Puerto de Montevideo con carácter provisorio, ejerciendo dicho cargo hasta noviembre de 1830.
En 1832 fue, desde el 11 al 31 de julio, jefe del estado mayor revolucionario en Montevideo del levantamiento lavallejista. Fracasado dicho movimiento se traslada a Buenos Aires.
El 20 de agosto figura en la relación de jefes y oficiales dados de baja en el ejército y borrados de las listas militares por considerársele vinculado a la revolución. Por tal motivo, en 1832 el Poder Ejecutivo lo priva de la pensión acordada a los Treinta y Tres, pero en 1835 es derogado dicho decreto.
Radicado en Buenos Aires regresa en 1936 y el 30 de noviembre es nombrado fiscal militar, cargo que ejerce hasta el 18 de enero de 1840 en que pasa como agregado al Estado Mayor General.
Pablo Zufriategui falleció en su ciudad natal, Montevideo, el 24 de mayo de 1840.
Dijo Isidoro de María: “No hay en sus hechos ninguna mancha de sangre que empañe el brillo de su carrera militar, porque la espada que ciñó con honra, nunca la empleó sino para combatir en lucha leal, al frente el enemigo. Fue un jefe humano y caballeresco, un hombre probo, un buen amigo y un benemérito ciudadano. Antiguo servidor del país, su nombre ocupa un lugar distinguido en su historia”

miércoles, 8 de julio de 2009

MANUEL CEFERINO ORIBE

MANUEL CEFERINO ORIBE
(Datos tomados del libro LOS LIBERTADORES DE 1825 de Aníbal Barrios Pintos)

“Nació en Montevideo el 26 de agosto de 1792. Fueron sus padres el coronel de artillería Francisco Antonio de Oribe y de las Casas y Doña María Francisca de Viana y Alzáybar, hija del primer gobernador de Montevideo, caballero de la orden de Calatrava y mariscal de Campo José Joaquín de Viana y de María Francisca de Alzáybar (“La Mariscala”), sobrina del colonizador de San Felipe de Montevideo capitán de navío de la Real Armada Francisco de Alzáybar, de quién heredó cuantiosas extensiones de tierras en la campaña oriental.
Su padre, sirvió a España en Montevideo, Río Grande, Buenos Aires y Lima, donde falleció en 1801, con el alto grado de jefe del Cuerpo de Artillería. Su tío Francisco Xavier de Viana, que había dado la vuelta al mundo como integrante de la expedición Malaspina, se halló en la defensa de Montevideo contra el invasor inglés……”
“…..Junto con su hermano Ignacio inicia su actuación militar en filas patriotas en 1812, en calidad de voluntario del ejército comandado por el Gral. Rondeau. Se encuentra en la batalla del Cerrito y a fines del año siguiente se le confiere el grado de subteniente 2º del Regimiento de Artillería, unidad con la que actúa en el Sitio de Montevideo.
En 1814, luego de haber capitulado la Plaza de Montevideo, durante la dominación porteña es nombrado ayudante del gobernador Gral. Miguel Estanislao Soler. El 26 de Setiembre se le confiere el grado de teniente 1º del Regimiento de Granaderos.
En tiempos de la Patria Vieja, en marzo de 1815 es ascendido a capitán del flamante Cuerpo de Artillería, por el entonces gobernador militar de Montevideo, Coronel. Fernando Otorgués.
Sus ideas de orden en el plano militar se ponen de manifiesto tempranamente en 1816, en la llamada Revolución de los Cívicos, oportunidad en que, al mando de la tropa de artillería del Cuerpo de Libertos restaura la autoridad del gobernador Miguel Barreiro, a quien los sublevados, conservaban en prisión.
En la campaña de 1817 contra los portugueses lucha en Catalán (actual departamento de Artigas) a las órdenes del coronel antigüista Andrés Latorre y luego opera bajo las órdenes de Fructuoso Rivera en Paso del Cuello contra el Barón de la Laguna.
A raíz de desinteligencias con el comando de Fructuoso Rivera, algunos comandantes y oficiales, -entre ellos Rufino Bauzá, Manuel e Ignacio oribe, Pedro Lenguas, Bonifacio Ramos, Vicente Lapido, Santiago Sierra-, nombraron jefe interino del ejército al Coronel Tomás García de Zúñiga suscribiendo el 23 de mayo de 1817 la llamada Acta de Santa Lucía Grande.
El episodio es censurado por Artigas y luego, ante un cambio de notas entre la vanguardia y la infantería, aquella se niega a la separación del comandante general Fructuoso Rivera. Al haberse solidarizado del delegado Barreiro con Bauzá, también es desautorizado y Artigas ordena su remisión a Purificación en condición de preso.
Es entonces cuando bajo la palabra expresa de Lecor dos batallones, el de Libertos y el de Artillería, abandonan el sitio de Montevideo y se embarcan para Buenos Aires con sus jefes Rufino Bauzá y Julián Sánchez, sus oficiales y sus armamentos…….”
“…….El capitán Manuel Oribe efectuó el cruce del Río de la Plata, separadamente, el 7 de Octubre, en la sumaca portuguesa “Astrea” con un esclavo, presumiblemente Dionisio Oribe, y otros viajeros, entre ellos la gran actriz oriental Trinidad Guevara, de cuya pasión por Manuel oribe había nacido el 21 de Febrero de 1816 una niña que fue bautizada con el nombre de Carolina……”
“….El 12 de junio de 1818, el gobierno de Buenos Aires le otorga los despachos de capitán de artillería y pasa a comandar la 3ª compañía de dicha arma.
En 1820 estalla la crisis política entre unitarios y federales, Oribe es de los vencidos en Cepeda, junto al director Rondeau, por los jefes del litoral Ramírez y López y en Cañada de la Cruz, a las órdenes del Gral. Soler. Participa junto al gobernador Borrego de los halagos del triunfo al enfrentar en San Nicolás a los generales Alvear y José Miguel Carreras y en Pavón, al Gral. Estanislao López. Al ser derrocado Dorrego, en 1821 solicita la absoluta separación del ejército en el que actuaba con el grado de sargento mayor efectivo desde el 1º de febrero de ese año y regresa a su provincia.
Un año después se encuentra entre los integrantes de la sociedad secreta “Los Caballeros Orientales”, que desde periódicos como “La Aurora” y “El Pampero” procuraban formar una conciencia revolucionaria en el ámbito popular.
En el plano militar, el 17 de marzo de 1823 derrota a las fuerzas imperiales comandadas por el coronel Gómez Jardín, en las cercanías de la chacra de Pereyra, sobre el Migueletes, y el 18 de julio, el cabildo representativo de Montevideo le confiere el grado de teniente coronel de Caballería de línea, pero el brigadier portugués Álvaro Da Costa no ratificó dicho nombramiento por entender que no le correspondía por el escalafón. Vencido el intento independentista, Oribe emigra nuevamente a Buenos Aires……”
“…..Allí en la casa de Luis Ceferino de la Torre, participa de los trabajos iniciales de organización de la Cruzada Libertadora junto a Juan Antonio y Manuel Lavalleja, el propio De la Torre, Pablo Zufriategui, Simón de Pino y Manuel Meléndez.
En el grupo de libertadores que llega a nuestro territorio el 19 de abril de 1825 es, Pablo Zufriategui, el militar de mayor graduación después de Lavalleja.
El 23 de abril interviene en la acción de San Salvador donde son dispersadas las fuerzas de Julián Laguna.
En calidad de sargento mayor – comandante fue el encargado de organizar, desde el 1º de Mayo de 1825, el regimiento denominado Dragones Libertadores.
Días después se halla en el Cerrito donde los patriotas enarbolan el pabellón tricolor y resiste con éxito, al frente de escasos hombres de guerrillas, una fuerza de caballería brasileña.
El 19 de Julio ataca el Cuartel de Guerrillas brasileño situado en la que fuera panadería de Morales y les produce algunas bajas. Como es sabido en esa acción es tomado prisionero el capitán Manuel Lavalleja. El 11 de Setiembre es ascendido al grado de teniente Coronel y el 12 comanda el centro del ejército oriental en Sarandí. Ese mismo día es nombrado coronel efectivo.
El 9 de febrero de 1826 operando en las filas sitiadoras de Montevideo, derrota a las fuerzas imperiales en el combate del Cerro y el 6 de noviembre es ascendido a coronel de Caballería, siendo reconocido es ese grado por el jefe del estado Mayor Republicano, general Estanislao Soler…..”
“…….El 15 de Febrero de 1827 interviene en el encuentro del Ombú, afluente del alto Ibicuy, y cinco días después comanda en la batalla de Ituzaingó el ala izquierda del ejército republicano al frente del Regimiento de Caballería Nº 9.
El 17 de Abril interviene en la toma de Bagé y el 23 lucha en Camacuá ante las fuerzas imperiales del GRal. Barreto y coroneles Bentos Manuel y Bentos Gonzalvez. Incorporado a la línea sitiadora de Montevideo, que comanda, el 3 de diciembre bate a 700 imperiales en Las Piedras..
“…..En 1828 derrota a los brasileños en las proximidades del arroyo Colorado (Canelones) y es encargado de perseguir al Gral. Rivera que al emprender en campaña sorpresiva la conquista de las Misiones, había penetrado en nuestro territorio al comando del llamado Ejército del Norte.
Finalizada la guerra con el Brasil, el 8 de Febrero de 1829 contrae enlace con su sobrina Doña Agustina Contussi Oribe, teniendo de esta unión cuatro hijos.
El 1º de Mayo comanda las columnas del ejército oriental, que desfilaron frente al Cabildo el día de la entrada del Gobierno Patrio de Montevideo.
El 1º de enero de 1830 es dado de alta en la Plana Mayor Pasiva por decreto firmado por los generales Rondeau y Rivera; el 10 de mayo el Gobierno Provisorio lo designa jefe del 4º Escuadrón de caballería de Línea y en agosto es incluido en la lista de premios a los “Treinta y Tres”. Ese mismo año, en setiembre es nombrado jefe del Regimiento de Dragones Libertadores, siendo dos días después nombrado capitán del puerto de Montevideo.
En 1832 durante el levantamiento lavallejista contra el gobierno de Rivera, Oribe no se solidarizó con su antiguo jefe de la Cruzada Libertadora y brindó su concurso a las autoridades constitucionales. El 14 de agosto de ese año es ascendido a coronel mayor del Ejército Nacional “en premio a los importantes servicios prestados”; cuatro días después fue nombrado jefe del Estado Mayor interino y comandante general de armas y el 9 de octubre ministro de Guerra y Marina….”
“….. Contando con la confianza y simpatía de Rivera, por unanimidad la Asamblea General eligió a Manuel Oribe 2º presidente constitucional. Rivera descendió de la presidencia pero quedó al frente del ejército de línea al asumir la Comandancia General de Campaña. Esta situación real de dos poderes va a traer aparejada una contienda fraticida.
En su gestión de gobernante ordenado y progresista, y pese a que desde 1836 tiene que atender la situación de guerra civil que vivirá el país, pueden señalarse, entre otras facetas e iniciativas, la reorganización de la Guardia Nacional para la seguridad del Estado; su esfuerzo para lograr el equilibrio financiero de su gobierno y el fomento de la inmigración; en el plano educacional, su decisión de mejorar las condiciones de la enseñanza y la creación de la Universidad; la creación de los departamentos de Salto, Tacuarembó y Minas; la prohibición del tráfico de esclavos; la creación de la Junta de Higiene Pública del estado; la reapertura de la Biblioteca Pública destruida en 1817 por las fuerzas de ocupación portuguesas; la formación del Museo de Historia Natural.
La supresión de la Comandancia de Campaña en febrero de 1836, y el proceso financiero del gobierno de Rivera fueron los principales factores desencadenantes de un nuevo alzamiento en el país, como culminación del antagonismo entre los dos primeros presidentes constitucionales de la república.
Ese año en el campo de batalla de Carpintería aparecerán como distintivo de guerra las divisas coloradas y blancas que distinguen a nuestros partidos tradicionales.
El primer intento de derrocar a Oribe fracasó, pero el 12 de octubre de 1837 Rivera invade el país, acompañado de los generales Lavalle y Enrique Martínez desde Río Grande. Días después, el 22 de dicho mes, el presidente Oribe es derrotado por las fuerzas riveristas en la batalla de Yucutujá en el actual departamento de Artigas.
Sitiado Montevideo con el apoyo de la marina militar francesa, el presidente Oribe resignó el mando, embarcándose para Buenos Aires con una numerosa comitiva y ministros.
El gobernante Argentino Juan Manuel de Rosas siguió reconociendo a Oribe como presidente de la República Oriental del Uruguay y éste se incorporó a su ejército, combatiendo durante cuatro años contra las fuerzas unitarias.
Rivera, elevado a la 3ª presidencia de la República, declara la guerra a Rosas, en marzo de 1839 con lo cual, se ha dicho, comienza la llamada Guerra Grande, aunque algunos dicen que comenzó en 1836 cuando Rivera se subleva contra Oribe.
En 1840 el gobernador de Buenos Aires, para contrarrestar la coalición antirosista de varias provincias opuestas a su gobierno, envía un ejército comandado por Oribe. La victoria de Quebracho Herrado (Córdoba), contra Lavalle en noviembre de 1840, lo consagró como general en jefe del ejército de la provincia de Buenos Aires. Un año después, el 19 de setiembre de 1841 destroza al ejército de Lavalle en la batalla de Famaillá, provincia de Tucumán.
San Cala, San Juan y Rodeo del Medio son victorias federales logradas ese mismo año por sus lugartenientes. En este último combate son dispersadas por el Gral. Pacheco las fuerzas del gral. La Madrid, que tiene que refugiarse en Chile.
En 1842, el 19 de abril, poco después de haberse celebrado una nueva coalición contra Rosas, -el tratado denominado Liga Cuadrilátera entre los gobernantes de Santa Fé, Entre Ríos y Corrientes y el presiente del Uruguay- , la vanguardia del ejército del Gral. Oribe derrota a las fuerzas santafesinas del Gral. Juan Pablo López en Colastiné.
Finalmente, el 6 de diciembre el ejército de la Confederación Argentina, comandado por Oribe, vence en Arroyo Grande a las fuerzas aliadas al mando de Rivera, que había invadido territorio argentino, quien al ser perseguido luego de su derrota, tiene que regresar a nuestro territorio. Como es sabido en ambos ejércitos intervenían fuerzas orientales: con os federales, los blancos y con los unitarios, los colorados.
El 27 de diciembre, el ejército de la Confederación Argentina comandada por Oribe, comienza a traspasar el Río Uruguay por Salto con 7000 hombres, y el 16 de febrero de 1843 inicia desde el Cerrito de la Victoria el sitio de Montevideo con una salva de veintiún cañonazos.
En sus “Anales Históricos del Uruguay” (tomo 2º, págs.91-92), el historiador Eduardo Acevedo recoge de los propios partes de guerra de Oribe, difundidos por la prensa de la época, lo que titula su “obra de exterminio”. Agrega más detalles en la pág.156 de la citada obra.
Desde 1853 existieron dos gobiernos en nuestro país: el del Cerrito, desempeñado por Manuel Oribe, quien se titulaba presidente legal al considerar nula su renuncia de 1838 y el llamado de la Defensa, ejercido desde Montevideo por Joaquín Suárez, a cargo del Poder Ejecutivo al legar a su fin el mandato presidencial de Rivera.
Luego de producirse la segunda batalla de India Muerta, donde el ejército invasor del gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza venció al ejército de Rivera, pasando éste a territorio brasileño, la campaña quedó controlada en su mayor parte por Oribe. Quedará prácticamente bajo el gobierno del Cerrito a partir de octubre de 1847 cuando Rivera, que en abril de 1846 había regresado nuevamente al país fue desterrado a Brasil…..”
“……El sitio provocó el crecimiento de núcleos poblados en zonas montevideanas como el Miguelete, Paso del Molino, Cerrito, Cardal, Aldea y Buceo.
En 1845 se creó el pueblo y la sección chacras de El Cerrito y en 1849 el ingeniero José María Reyes trazó el plano de amanzanamiento del núcleo poblado llamado El Cardal, que desde el 24 de mayo de ese año llevará el nombre de Villa Restauración, sustituido al término de la contienda por el de Villa de la Unión.
Después de la paz de octubre de 1851 Oribe se retira a la vida privada, pero el 21 de octubre de 1853 apremiado por circunstancias políticas durante el débil gobierno de Giró tiene que abandonar el país rumbo a Barcelona (España) en compañía de su hijo Felipe. Regresará el 9 de agosto de 1855 en circunstancias en que presidía la República el Gral. Venancio Flores, que un mes después elevaría su renuncia, ante los sucesos relacionados con la revolución de los conservadores, principistas de los partidos blanco y colorado.
El 11 de noviembre de ese mismo año, los entonces brigadieres generales Manuel Oribe y Venancio Flores firman el llamado Pacto de la Unión, en razón de superiores intereses nacionales, comprometiéndose a no presentar sus candidaturas a la presidencia del estado en las elecciones próximas a realizarse.
El 16 de noviembre de 1857 fallecía el fundador del Partido Blanco en su quinta del Paso del Molino. El gobierno de Gabriel Antonio Pereyra le rindió honores oficiales.
Durante las exequias fúnebres, la bandera de los Treinta y Tres fue sostenida, a la izquierda del catafalco, por su antiguo compañero de la cruzada libertadora, el capitán Juan Spikerman.
Sepultados sus restos en el cementerio del Paso del Molino, el 19 de abril del año siguiente fueron trasladados a la iglesia de San Agustín, inaugurada bajo sus auspicios el 12 de octubre de 1849.

martes, 7 de julio de 2009

JUAN ANTONIO LAVALLEJA

JUAN ANTONIO LAVALLEJA
(Datos tomados del libro LOS LIBERTADORES DE 1825 de Aníbal Barrios Pintos)


“Era hijo de Manuel Pérez de la Valleja (así firmaba), del lugar de Bielba, en las montañas de Santander, obispado de Oviedo y de Ramona Justina de la Torre, natural de Montevideo. Sus padres que se habían casado en Canelones, llegaron a establecerse en la Villa de la Concepción de Minas hacia abril o mayo de 1784.
Fue bautizado el 8 de Julio de ese año en la capilla lugareña, días después de haber nacido.
Por la misma época, un niño de once años, un niño que luego llegaría a ser el Jefe del Ejército del Norte, sobre el Alto Perú, director supremo de las Provincias Unidas y gobernador provisorio del Estado oriental veía el mismo paisaje en la villa serrana: JOSÉ RONDEAU.
En un documento de 1798, el entonces alférez de caballería de milicias del partido y jurisdicción de Minas, Manuel Pérez de Lavalleja expresa que su hijo mayor Juan Antonio, de catorce años entonces, le auxiliaba en las tareas de campo en su establecimiento de chacra cercano a la villa.”
“….En 1811, al surgir por los campos orientales el ejército nuevo de Artigas que va a luchar por la causa de la libertad, se incorpora en la flor de la juventud con 26 años cumplidos a las caballerías de Manuel Francisco Artigas, que con más de doscientos combatientes rinden el 24 de abril la villa de Minas.
Desde ese momento entregará todas sus fuerzas vitales a la revolución sin ningún renunciamiento.
Pelea en las Piedras con el grado de teniente y luego del primer sitio de Montevideo, sigue junto al pueblo oriental cuando va marchando por los campos en su derrota hacia el norte, tratando de cruzar el río que va a dar nombre a nuestra patria.
En esa enorme columna que unía a todos, iba también su madre, ya viuda en un carruaje, con un hijo y seis hijas menores de edad.
Cuando en 1813 regresa el ejército oriental y sitia nuevamente a Montevideo, se oirá su voz desafiante incitando al enemigo al combate individual….”
“…..En 1815 se encontrará en el decisivo combate de Guayabos, a las órdenes de Fructuoso Rivera, derrotando a Borrego.
Destacado en Colonia, después que Rivera emprendiera su marcha a Montevideo para ejercer el cargo de comandante militar, desde julio de 1815 queda al frente de la comandancia de dicha plaza….”
“…..En 1816 combate a la invasión portuguesa en la tierra solariega que conoce como pocos. Con cuatrocientos hombres de caballería hostiliza desde los potreros de Casupá las fuerzas del general Silveira y las somete a asedio cuando éste llega a la villa de Minas.
Paso de Cuello, pintado, Toledo y Maroñas son testigos de su heroica tarea en la guerra.
Por esa época contrae matrimonio con Ana Monterroso, hermana del elocuente y fervoroso secretario de Artigas, José Benito Silverio Monterroso. El casamiento se realiza en Florida, el 21 de Octubre de 1817, por poder, representándolo en dicho acto Fructuoso Rivera, de quien posteriormente será compadre.
En el año 1818 se separa de la división de Rivera y marcha a Purificación, al Cuartel de Artigas, quien le confía el mando de la vanguardia patriota cuando el general Curado penetra en territorio de la Provincia Oriental.
Su arrojo y excesiva confianza, lo hacen caer prisionero de los portugueses, el 21 de febrero de ese año, en las puntas del arroyo Valentín (Departamento de Salto). Trasladado en calidad de prisionero a Río de Janeiro, permanecerá primeramente confinado a bordo de un pontón y posteriormente en la prisión militar de la Isla Das Cobras, en la bahía de Guanabara. Hasta allí le acompaño Ana Monterroso, con la cual se había reunido inesperadamente sobre el Uruguay, después que con su hermana Francisca hubieron de buscar refugio en la villa del arroyo de La China, ante la invasión del portugués Curado. De sus encuentros con su esposo en su cautiverio nacerán sus hijos Rosarura, Elvira y Egidio.
En 1821, luego de tres años de confinamiento y en oportunidad de la independencia del Brasil, regresó libre a su patria, entonces denominada Provincia Cisplatina y en el mes de octubre ingresa en el Regimiento de Dragones de la Unión comandado por el coronel Fructuoso Rivera, con el grado de teniente coronel.
Lavalleja por 1822


En 1822 Lavalleja adhiere al movimiento independentista iniciado por la “Sociedad de Caballeros Orientales” y el Cabildo de Montevideo, pero alertado Lecor de sus actividades revolucionarias tiene que huir con unos “cuarenta hombres …..”
“……En tierra argentina, continuó su empecinada porfía revolucionaria en Santa Fé, luego de procurar infructuosamente la adhesión de Entre Ríos, pero fracasado el movimiento independentista, se retiró posteriormente a Buenos Aires, donde en 1824 arrendó el saladero de Pascual Costa en Barracas, para “distraer a los portugueses que estaban con el ojo sobre él, y al mismo tiempo emplear a sus compañeros en algo”, según lo manifestara expresamente en unos apuntes suyos….”
“…..La historia de la dinámica travesía de aquel pequeño grupo de iluminados de la Libertad o la Muerte, es conocida por todos. Desde ese momento Lavalleja no es solo el conductor de la lucha libertadora, sino también el organizador del ejército, en su faz estructural, disciplinaria y funcional.
Las gloriosas etapas de la marcha resplandecen los nombres de San Salvador, Santo Domingo, Soriano, Monzón –donde se incorpora a las fuerzas de la patria Fructuoso Rivera -, San José, Canelones y el sitio de Montevideo. Establecido el Gobierno Provisorio en la villa de San Fernando de la Florida el 14 de Junio, días antes de proclamar la Sala de Representantes la Independencia provisional Juan Antonio Lavalleja es nombrado Brigadier General y Comandante en Jefe del Ejército de la Provincia Oriental.
Poco después, Rincón de Haedo y Sarandí, donde Rivera y Lavalleja rubrican con la decisión de las armas la de los asambleístas de la Florida, en tanto que Leonardo Olivera subraya el año de gloria con la toma de la Fortaleza de Santa Teresa, el 31 de diciembre de 1825, año de la Patria, año de Lavalleja.
Después del momento en que el gobierno bonaerense decide reincorporar la Provincia Oriental a las Provincias Unidas, Lavalleja debe reconocer como su jefe superior del ejército republicano al Gral. Martín Rodríguez. Actúa entonces con sensatez, “con calada grandeza de ánimo”, como lo requerían las circunstancias, en cuanto a sus diferencias de criterio con el jefe del ejército de observación….”
“…..En la batalla de Ituzaingó actúa temerariamente, desbordante de coraje, y tiene nuevas discrepancias, esta vez con el Gral. Carlos María de Alvear.
En ese mismo año de 1827 es nombrado general en jefe del ejército republicano.
Y como en la Sala de Representantes de la Provincia Oriental prevalecían las ideas reaccionarias de los partidarios de la política unitaria de Bernardino Rivadavia después de su caída, a solicitud de la mayoría de los comandantes de los departamentos del interior Lavalleja tomó la decisión el 12 de octubre de 1827, de disolver la Sala de Representantes y de decretar el cese del gobernador delegado Joaquín Suárez.
Restablecido en su cargo de Gobernador de la Provincia Oriental, podo después, en diciembre de ese año, delegará a Luis Eduardo Pérez el mando político, para proseguir las operaciones militares contra el Brasil.
Desde su campamento en Cerro Largo actuará con prudencia en las trabajosas negociaciones de paz, para lograr el reconocimiento de la Independencia Oriental.
A raíz de un enfrentamiento con el Gral. Fructuoso Rivera –que en 1826 se había retirado del movimiento revolucionario para reanudar en 1828 sus campañas militares con la hazaña de la conquista de las Misiones Orientales-, la Asamblea Constituyente lo sustituye por José Rondeau, que asume el cargo de gobernador provisorio.
Ante el alejamiento de Rondeau, Lavalleja es designado, en Abril de 1830, gobernador y capitán general del estado naciente. Tiene que hacer frente al motín de Rivera, pero arriba a un acuerdo en momentos en que llegaba a Montevideo, desde Río de Janeiro, la noticia de la aprobación de la Constitución Oriental.
El 18 de Julio de ese año, desde los balcones del Cabildo montevideano, presidirá la solemne ceremonia del juramento del ejército y del pueblo en la Plaza Matriz. Culminaba así su lucha heroica iniciada como legionario artiguista en 1811.
Los infelices levantamientos de Lavalleja en 1832 y 1834, fueron impulsados por lograr una mejor organización del Estado. Sus derrotas le ocasionaron su expatriación a Río Grande y la pérdida de su grado militar y de sus bienes, que le fueron confiscados.
Cuando Fructuoso Rivera inicia un movimiento insurreccional contra el presidente Oribe, éste invita a Lavalleja a apoyar su gobierno y le restituye su antiguo grado de brigadier general.

Lavalleja por 1835. Pintura de jean Philippe Goulú

El 5 de agosto de 1836 retorna a Uruguay y al mes siguiente, el 19 de setiembre, comparte el triunfo de Carpintería, bajo las órdenes del Gral. Ignacio Oribe. Cuando Oribe renuncia a la presidencia, Lavalleja regresa nuevamente a la Argentina, luego de entregar la plaza de Paysandú que comandaba.
Regresará nuevamente en 1839 como jefe oriental principal en el ejército comandado por el general Pascual Echagüe y será de los derrotados en Cagancha. Sirviendo a sus órdenes se encuentra en el combate de San Cristóbal, en 1840 contra las fuerzas del Gral. Lavalle.
Luego de haber residido en la provincia de Entre Ríos y en Colonia, en tiempos del Sitio Grande llega, en octubre de 1845, al campamento del Cerrito.
Finalizada la Guerra Grande se le confió la Comandancia Militar de los departamentos de Cerro Largo, Minas y Maldonado y en febrero de 1852 se le nombró comandante general de la 2ª sección militar territorial.
En 1852 integró El triunvirato de Gobierno pero ni un mes siquiera desempeño el alto cargo de triunviro, que compartía con Fructuoso Rivera y Venancio Flores, pues falleció repentinamente en la Casa de Gobierno (El Fuerte, hoy Plaza Zabala), pasadas las quince horas de la tarde del 22 de Octubre de 1853….”
Lavalleja en 1853. Única Fotografía.

DECLARACIÓN DE INTERÉS NACIONAL POR LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA PARA LA TRAVESÍA HOMENAJE DEL 2010

Declaración de Interés Nacional por parte de la Presidencia de la República para el desarrollo de la TRavesía Homenaje a los Libertadores de 1825 a realizarse durante el año 2010.
(Hacer clic en la imagen para ampliar)



lunes, 30 de marzo de 2009

DON LUIS CEFERINO DE LA TORRE

LUIS CEFERINO DE LA TORRE

OBJETIVO:
Ubicación geográfica en el Buenos Aires de hoy del lugar que ocupó la "Tienda y Sastrería" que regenteaba el Patriota Luis Ceferino de la Torre.
Dicho establecimiento era el punto de reunión donde Juan Antonio Lavalleja, Manuel Oribe, Pablo Zufriategui y otros Patriotas germinaban la arriesgada idea de organizar una incursión libertaria a su amado suelo.
Fue en ese lugar además donde nacieron y se confeccionaron las dos banderas que los acompañaron en la gesta.
Con respecto a este Patriota casi olvidado escribía el propio Juan Antonio Lavalleja: "certifico que Don Ceferino de la Torre fue uno de los beneméritos patriotas orientales que más coperaron al buen éxito de la empresa de los Treinta y Tres, que en el año 1825 pasaron de Buenos Aires a mis ordenes a liberar nuestra patria, facilitando su casa para las reuniones secretas a ese fin, que reunió y compró varios artículos de guerra por valor de 1.500 pesos fuertes que patrióticamente cedió en obsequio a la patria, como también las dos banderas que flamearon gloriosamente en el Cerrito de Montevideo y jornada de Sarandí. Con su influjo proporcionó de modo muy equitativo de la casa de comercio a la que estaba ligado, todos los vestuarios, monturas y fornituras que necesitó el Ejército que se organizaba para batir al enemigo, importe de 80.000 pesos fuertes, en circunstancias que no se presentaba la menor garantía, pues no se habían obtenido aún los dos triunfos "Rincón" y "Sarandí". Pasó muchas veces de Buenos Aires a esta Provincia en servicio y conducción de dichos artículos con riesgo inminente de ser tomado prisionero por la escuadra Brasilera que bloqueaba la costa. Se halló en la jornada de Sarandí como voluntario en las filas de valientes que triunfaron ese día memorable. Fue nombrado vista de la Colecturía General el año pasado y desempeñó desde entonces la receptoría sobre la línea de Montevideo, corriendo los peligros consiguientes a tan azarosas circunstancias. Debió ser compañero de los 33 en el año de 1825, y quedó en Buenos Aires por indicación del General que suscribe para que prestase importantes servicios a la empresa como efectivamente lo hizo, por cuya razón siempre lo he considerado como acreedor al honor con que la Nación ha premiado y distinguido a los valientes que me acompañaron a libertar la patria. Su casa de comercio en Buenos Aires fue siempre auxiliadora franca y desinteresada de los emigrados Orientales desde el año 1823; en ella se proveyeron de lo necesario muchos de los que pasaron a incorporarse al ejército en el año 1825, y rindió otros muchos servicios importantes que siempre le harán honor digno de su consideración de las autoridades y aprecio de sus conciudadanos.”
Este relato es por demás esclarecedor sobre la importancia de este patriota en los acontecimientos del año 1825 y la suprema confianza y consideración que Juan Antonio Lavalleja depositaba en el.
En los testimonios dejados por varios cruzados se deja constancia explicita que la casa en cuestión estaba ubicada “frente al colegio de Buenos Aires”
Este dato se repite invariablemente en todos los testimonios,
En las memorias de Juan Spikerman (uno de los libertadores) recogemos un aporte muy ilustrativo: “El Señor don Pedro Trápani hizo importantes servicios a nuestra expedición y, entre otras personas, recuerdo a José María Platero y a don Luis de la Torre. Este Señor tenía su tienda de ropería frente al colegio de Buenos Aires; en ella se vistieron algunos oficiales, y la bandera que trajeron los Treinta y Tres fue hecha por sus propias manos.”
Por su parte el historiador Aníbal Barrios Pintos nos agrega el dato de que la Tienda y Ropería era propiedad de los Señores Antonio Pérez y José Villanueva.
Consultamos en la Argentina al historiador Horacio Guido y nos manifestó que el Colegio de Buenos Aires ha estado siempre en el mismo lugar y que hoy corresponde a la dirección: Bolívar 263 entre Moreno y Alsina.
Si bien tenemos el dato de la cuadra en la que estaba la casa de comercio donde ese grupo de aventureros soñaba con la increíble hazaña de liberar su Patria, el desafío es encontrar el predio donde estaba emplazada para identificarlo con una placa o algo similar que destaque y recuerde el sitio tan caro para los Orientales, y símbolo de hermandad entre las dos orillas.
Además reivindicaríamos la injustamente olvidada figura de ese Patriota, que lo arriesgó todo por su amada patria, y que no pudo cumplirse su última voluntad, el deseo que sus despojos mortales fueran cubiertos por la bandera que el mismo confeccionó y obsequió a los libertadores, ya que por problemas burocráticos no pudo conseguirse el permiso especial del gobierno que se requería para retirarla del museo Nacional donde estaba depositada en la época (5/8/1869).
Circunstancias desafortunadas nos impiden hoy contar con alguno de aquellos pabellones “Santos Sudarios de la Patria Oriental”, albergamos la esperanza de que mañana podamos saber donde estaba la casa donde se los confeccionó.

Daniel Cabo
Secretario

Y SE VIENE LA TRAVESÍA 2010

Durante el año 2009 La ComisiónHomenaje a los Libertadores de 1825 está organizando la gran Travesía Homenaje para el año 2010 donde realizaremos actos recordatorios en pleno centro de Buenos Aires muy cerca del lugar donde Don Ceferino de La Torre tenía su sastrería y albergaba a los patriotas mientras estos preparaban la invasión, entregando algunas cartas de agradecimiento a las autoridades actuales de los Conventos de la zona, los cuales asistieron a los patriotas con alimentos en varias oportunidades según las crónicas de los mismos participantes.
Además se confeccionarán dos banderas, réplicas exactas de las originales que efectuarán todo el recorrido hasta la última batalla del 12 de Octubre de 1825 en Sarandí y que pinto JEAN PHILIPPE GOULU
El miniaturista nació en Ginebra y esmalte-pintor Goulu trabajó en Francia hasta la caída de Napoleón y emigró a América del Sur después de 1815. From 1817 to 1824, he is recorded in Rio de Janeiro where he painted King John VI in 1819. De 1817 a 1824, que se registra en Río de Janeiro, donde pintó el Rey Juan VI en 1819. He also went to Montevideo and, in 1816, to Buenos Aires where he settled down in 1824 and died nearly thirty years later. Él también fue a Montevideo y, en 1816, a Buenos Aires donde se estableció en 1824 y murió cerca de treinta años más tarde. He may be considered as the most important miniaturist active in Latin America. Él puede ser considerado como el más importante miniaturista activo en América Latina
A continuación se adjunta el programa para el año 2010


TRAVESÍA HOMENAJE A LOS LIBERTADORES DE 1825.
(3ª EDICIÓN)
(19 DE ABRIL DE 1825 – 19 DE ABRIL DE 2010)


Objetivo de Proyecto:
Conmemorar el 185º aniversario de la “Cruzada Libertadora del 19 de Abril de 1825”, realizando una serie de eventos que eleven a su justo lugar de destaque a la magnifica e inigualable gesta.
Recorriendo el mismo camino que aquellos cruzados hemos de homenajear a esos hombres, símbolos de patriotismo coraje y decisión.
Será un reconocimiento a todos los que anónima o públicamente, desde posiciones encumbradas o simples peones montaraces, por encima de nacionalidades y razas, contribuyeron a que ese grupo de valientes se embarcaran en la fantástica hazaña de liberar la Patria o morir en la demanda.
Es así que desbordantes de rebeldía, coraje y espíritu indomable, buscan cobijo bajo esa bandera tricolor portadora de esos mismos colores e ideales con los que soñara el Gral. José Gervasio Artigas, y el 19 de Abril de 1825 desembarcan en la Playa de la Agraciada dando el primer paso hacia la libertad, para entrar al mismo tiempo en las más caras páginas de la historia.

Objetivos específicos:
A través de este homenaje pretendemos desprender del mármol y el bronce a aquellos bravos patriotas, para que su espíritu indomable plasmado en las banderas que los acompañaron, recorran 185 años después el mismo camino que los condujo a la inmortalidad.
Con la mayor rigurosidad histórica posible buscaremos de darle e este magnífico capítulo de nuestra historia el brillo y destaque que merece.
Mediante esta reconstrucción histórica trataremos de dejar en la retina del observador la imagen humana de aquellos héroes.

Actividades:

El proyecto consta de diversas actividades que se desarrollarán en territorio Uruguayo y Argentino durante varios meses del año 2010.
Recorrer en embarcaciones similares a las de la época (1) el trayecto histórico efectuado por los Libertadores (2), zarpando de “Puerto Sánchez” (3) en San Isidro (República Argentina) el día 16 de Abril de 2010 (emulando la partida del 2º grupo al mando del Juan Antonio Lavalleja) (4) para desembarcar el 19 de Abril de 2010 en la Playa de la Agraciada (Soriano – Uruguay). Efectuando el mismo derrotero que aquellos bravos Patriotas llevaremos flameando la bandera de los Treinta y Tres Orientales por los mismos arroyos y ríos que los vieron pasar hace 185 años.

Realizar un acto recordatorio y de ser posible colocar una placa que identifique el lugar donde estuvo ubicada la “Tienda y Ropería” que manejaba Luís Ceferino de la Torre (5). Lugar este donde fueron confeccionadas las dos banderas originales que acompañaron a los patriotas y donde los cruzados se reunían en secreto para organizar la expedición.

Realizar un reconocimiento mediante una visita y entrega de notas de agradecimiento a los Conventos e Iglesias que auxiliaron y dieron de comer a los Patriotas, que en el exilio debieron concurrir a estos establecimientos para sobrellevar la indigencia en la que se encontraban. Ellas son: de San Francisco, de Santo Domingo, y de la Merced. (6)

Confección de 2 banderas de Los Treinta y Tres Orientales (réplicas de las originales) de las mismas dimensiones, utilizando el mismo tipo de tela (7), y el mismo tipo de letra pintada (8), para que nos acompañen en el trayecto histórico. Luego de acompañarnos en la travesía, realizarán el mismo recorrido que las originales, Dolores, Villa Soriano, Monzón, San José, Canelones, Cerrito y Florida, entre otras localidades. Estarán presentes flameando también en los sitios donde se desarrollaron combates y batallas como Paso del Rey y Sarandí.

En su pasaje por Florida serán bendecidas delante de la misma imagen de Virgen de los Treinta y Tres como lo fueron aquellas originales. (9)
Este recorrido será efectuado en coordinación con asociaciones criollas y patrióticas que se irán turnando en el trayecto de modo de que participen el mayor número posible de organizaciones. De esta manera lograremos la réplica más fiel posible de aquellos invaluables pabellones, santos sudarios de la Patria Oriental.
No solo lo serán estéticamente, sino que se salpicarán con las mismas aguas, recibirán el mismo sol y la misma brisa que aquellas de hace 185 años atrás, y lo más importante, se impregnarán del calor y fervor de de la población que las vea flamear en los mismos lugares que las originales.
Una vez culminada esta peregrinación una de las banderas será entregada al Museo Histórico Nacional, con el propósito de que sea expuesta en el Museo Casa de Lavalleja, de ser posible en el Lugar donde estaba la original que fuera hurtada. (10)

Cronología de las actividades:

15 de Abril de 2010.
Presentación en acto público de las banderas en el sitio histórico donde fueron confeccionadas y visita a las Iglesias y Conventos cercanos a la Manzana de las luces en Buenos Aires – Argentina.

16 de Abril de 2010.
Acto público en el lugar histórico donde partieran los cruzados en la localidad de San Isidro junto a las autoridades locales y de la embajada Uruguaya en Buenos Aires.
Finalizado el acto embarcaremos para dar comienzo a la primer etapa de la travesía. navegaremos hasta el encuentro del Arroyo Chaná con el Río Paraná Miní.
Distancia a navegar: 23 millas náuticas – 42.6 kilómetros. Provincia de Buenos Aires - Argentina.

17 de Abril de 2010.
Segunda etapa de la travesía. Navegaremos desde el encuentro del Arroyo Chaná con el Río Paraná Miní hasta el encuentro del Río Paraná Guazú con el Arroyo Brazo Largo.
Distancia a navegar: 34 millas náuticas – 63 kilómetros. Provincia de Entrerríos – Argentina.

18 de Abril de 2010.
Tercera etapa de la travesía. Navegaremos desde el encuentro del Río Paraná Guazú con el Arroyo Brazo Largo hasta el punto geográfico: latitud 33º 46.5’ sur y longitud 58º 36.5’ oeste, sitio donde creemos se encuentra la isla Brazo Largo donde se reunieran los dos grupos de Orientales en 1825 en horas previas a la gesta histórica. Allí desarrollaremos un acto recordatorio.
Distancia a navegar: 20 millas náuticas – 37 kilómetros. Provincia de Entrerríos – Argentina.

19 de Abril de 2010.
Cuarta etapa de la travesía. Navegaremos desde el punto geográfico: latitud 33º 46.5’ sur y longitud 58º 36.5’, oeste hasta la Playa de la Agraciada República Oriental del Uruguay. Distancia a navegar: 11 millas náuticas – 20.4 kilómetros. Provincia de Entrerríos – Argentina. Departamento de Soriano - Uruguay.

21 de Abril de 2010.
San Salvador. Desfile de caballería, acto y presentación de las banderas en la Ciudad de Dolores (antiguamente denominada San Salvador). Departamento de Soriano - Uruguay.

24 de Abril de 2010.
Santo Domingo. Desfile de caballería, acto y presentación de las banderas en la Localidad Villa Soriano (antiguamente denominada Santo Domingo). Departamento de Soriano - Uruguay.

29 de Abril de 2010.
Monzón. Desfile de caballería, acto y presentación de las banderas en el paraje Monzón, lugar donde se desarrollara el encuentro entre el General Juan Antonio Lavalleja y el General Fructuoso Rivera y que la historia bautizó el hecho como “abrazo del Monzón”. Departamento de Soriano - Uruguay.

30 de Abril de 2010.
Combate de Paso del Rey. Desfile de caballería, acto recordatorio y presentación de las banderas. Departamento de San José – Uruguay.

1º de Mayo de 2010.
Toma de San José. Desfile de caballería, acto recordatorio y presentación de las banderas en la Ciudad. Departamento de San José – Uruguay.

3 de mayo de 2010.
Toma de Canelones (antiguamente denominada Guadalupe). Desfile de caballería, acto recordatorio y presentación de las banderas en la Ciudad. Departamento de Canelones – Uruguay.

4 de Mayo de 2010.
Instalación del Sitio a Montevideo en el Cerrito de la Victoria. Desfile de caballería, acto recordatorio y presentación de las banderas en la Localidad. Departamento de Montevideo – Uruguay.

5 de Mayo de 2010.
Proclama del Arroyo de la Virgen. En este paraje el Ejército Oriental lee una proclama a la Tropa y a los Pobladores. Desfile de caballería, acto recordatorio y presentación de las banderas en el paraje. Arroyo de la Virgen Departamento de Florida – Uruguay.

14 de Agosto de 2010.
Barra del Pintado. Celebración de la instalación del Gobierno Provisorio de la Florida en el lugar donde estuvo instalado el Primer Cuartel del Ejercito Oriental mientras se gestaba en Florida la declaración de Independencia. Desfile de caballería, acto recordatorio y presentación de las banderas en el paraje. Barra del Arroyo Pintado Departamento de Florida – Uruguay.

25 de Agosto de 2010.
Declaratoria de la Independencia. Participaremos en coordinación con las autoridades de los actos oficiales. Desfile de caballería, acto recordatorio, presentación de las banderas y peregrinación hasta el Santuario de la Virgen de los Treinta y Tres Orientales donde se encuentra la imagen que fuera testigo de los hechos históricos. Solicitaremos a las autoridades de la Iglesia que sean bendecidas en el altar y se celebre misa en recuerdo a los Patriotas. Departamento de Florida – Uruguay.

12 de Octubre de 2010.
Batalla de Sarandí. Participaremos en coordinación con las autoridades de los actos oficiales. Desfile de caballería, acto recordatorio, presentación de las banderas. Esta será la última de las actividades que tenemos prevista para que estén presentes las banderas. Sarandí Grande – Departamento de Florida – Uruguay.

22 de Octubre de 2010.
Entrega a las autoridades del Museo Histórico Nacional de una de las banderas, junto a la petición de que tenga como destino de su exposición la sala del Museo Casa Lavalleja, ocupando el mismo lugar que la original, con la debida aclaración y con un detalle del historial del recorrido realizado. Elegimos esta fecha como homenaje a la memoria del Brigadier General Juan Antonio Lavalleja por coincidir con el 157º aniversario de su fallecimiento.


Referencias y bibliografía consultada:
(1) Las embarcaciones serían de proa y popa iguales, tendrían una medida aproximada de 6 a 7 metros de eslora (largo) por 2 metros de manga (ancho). Dato recogido de “Diario de la Guerra del Brasil” llevado por el ayudante José Brito del Pino, Agosto 1825 a Noviembre 1828, compaginado y controlado por su nieto Juan José Brito del Pino Berro. Montevideo Diciembre de 1956 (págs. 18 a 21). Eduardo Acevedo Díaz “Grito de Gloria”, obras completas Sociedad Editora Latinoamericana, Buenos Aires 1954, pag. 24. Aníbal Barrios Pintos, “Chalaneros y tripulantes de la Cruzada Libertadora de 1825” Sup. Dom. “El Dia”, Año XLV, Nº2274, 3 de Abril de 1977. Jorge Frogoni Laclau, “La Cruzada Libertadora de 1825” Puntos que faltaban Analizar y Esclarecer, Nueva Palmira 1997, Cap.VI (pág 49 a 49) Ver croquis adjunto.

(2) Mismo recorrido que se llevo a cabo en el año 2000 durante la primer Travesía Homenaje realizada por la Comisión Coordinadora de Homenaje a los Libertadores de 1825. “Arroyo Sarandí, Río Luján, Río Sarmiento, Río Capitán, Río Paraná de las Palmas, Bajos del Temor, Arroyo Chaná, Río Paraná Miní, Río Paraná Guazú, Arroyo Brazo Largo y Río Uruguay”. Jorge Frogoni Laclau, “La Cruzada Libertadora de 1825” Puntos que faltaban Analizar y Esclarecer, , Cap. VIII (pág. 55 a 59) Nueva Palmira 1997.Ver mapas adjuntos.

(3) Puerto Sánchez o Puerto Piojos. Enrique de Gandía “Los Treinta y Tres Orientales y la Independencia del Uruguay” (págs. 179 a 181) Ed. Espasa-Calpe, B.Aires 1939. Jorge Frogoni Laclau, “La Cruzada Libertadora de 1825” Puntos que faltaban Analizar y Esclarecer, Cap. VII (págs. 51 a 54) Nueva Palmira 1997.

(4) Partida del segundo grupo al mando de Juan Antonio Lavalleja, Memorias de Juan Spikerman “Revista del Instituto Histórico y Geográfico” (pág 839).Jorge Frogoni Laclau, “La Cruzada Libertadora de 1825” Puntos que faltaban Analizar y Esclarecer, Cap. VII (págs. 51 a 54) Nueva Palmira 1997.
Dice el ya citado historiador Argentino Enrique de Gandía “El 15 de Abril el resto de la expedición hace la segunda tentativa de partida desde el mismo lugar anterior, la costa de San Isidro. Es casi media noche.” Enrique de Gandía “Los Treinta y Tres Orientales y la Independencia del Uruguay” (págs. 179 a 181) Ed. Espasa-Calpe, B.Aires. La travesía se iniciará el día 16 por carecer las embarcaciones luces de navegación que les permitan partir el día 15 a las 12 de la noche.

(5) Aníbal Barrios Pintos, “Los Libertadores de 1825” Ed. De la Banda Oriental 1976 Cap. IV páginas 24 y 25. Luis Arcos Ferrand “LA Cruzada de los Treinta y Tres” En Colecciones de Clásicos Uruguayos, Vol. Nº 151, Montevideo 1976,(págs. 188 a 191). Jorge Frogoni Laclau, “La Cruzada Libertadora de 1825” Puntos que faltaban Analizar y Esclarecer, Cap. II (págs. 21 a 26) Nueva Palmira 1997. Todos los relatos dicen que Luis Ceferino de Latorre (1799 – 1869) “regenteaba una tienda y ropería propiedad de los Sres. A. Pérez y J. Villanueva que estaba ubicada frente al colegio de Buenos Aires” .En este lugar el, su Cónyuge Josefa Cavia y su hermano, Vicente de Latorre fabricaron con sus propias manos los históricos pabellones. Hoy esa ubicación corresponde a la Calle Bolívar (antigua calle Victoria) entre Moreno y Alsina en la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina.

(6) Aníbal Barrios Pintos, “Los Libertadores de 1825” Ed. De la Banda Oriental 1976 Cap. IX (págs. 58 y 59). Memorias de Juan Spikerman “Revista del Instituto Histórico y Geográfico” (pág 839). Dice Spikerman en sus memorias refiriéndose a la situación de indigencia en la que vivía el y muchos de los compatriotas que se preparaban para la cruzada.” Comíamos muchas veces tres o cuatro en un solo plato y con una cuchara, fumábamos alternativamente de un mismo cigarro, una cebadura de yerba nos duraba 1 o 2 semanas, y algunos días para que uno pudiera salir a la calle tenía que quedarse otro en camisa y calzoncillos, ¡cuantas veces, agregaba, he ido a la portería del convento de San Francisco, o de Santo Domingo, o de la Merced a buscar la copa con mi cacharro de lata”.

(7) Augusto Schulkin, “Nuevos aportes para la iconografía nacional” en Sup. Dom. Diario el Día, Año L, Nº 2542, 4 de julio de 1982. Montevideo. Jorge Frogoni Laclau, “La Cruzada Libertadora de 1825” Puntos que faltaban Analizar y Esclarecer, Cap. II (págs. 21) Nueva Palmira 1997.Dice Augusto Schulkin, en la obra citada: “ Su cónyuge Josefa Cavia de Latorre se encargó de los cortes de lanilla Inglesa.”

(8) Jean Philippe Goulou, retratista de origen Suizo o Francés (1786 – 1853). Augusto Schulkin, “El Pintor Juan Felipe Goulou en la iconografía nacional” en Sup. Dom. Diario el Día, Año LIII Nª 2669, 30 de Diciembre de 1984 y Año LIII, Nº 2670, 6 de Enero de 1985. Jorge Frogoni Laclau, “La Cruzada Libertadora de 1825” Puntos que faltaban Analizar y Esclarecer, Cap. II (págs. 21 a 27). Dice Augusto Schulkin en la obra citada: “El dibujo fue obra de Mr. Goulu, retratista, cuyo trabajo efectuó un domingo en el domicilio de de Latorre”.

(9) Es en 1825, cuando se reúne la Asamblea de la Florida que redacta el Acta de la Declaratoria de la Independencia Nacional, presidida por el Pbro. Juan Francisco Larrobla. En ese contexto cultural e histórico resultó espontánea la visita de los asambleístas de Florida a la Virgen María venerada en un rancho contiguo al rancho de la Asamblea. Desde entonces aquella imagen de María, comienza a llamarse popularmente la "VIRGEN DE LOS TREINTA Y TRES”. Fuente: Iglesia Uruguaya, Enciclopedia Wikipedia y Tradición Oral.

(10) La bandera Original fue donada al Gobierno el 19 de Abril de 1858 por los Hijos de Brigadier General Juan Antonia Lavalleja, Constantito, Francisco y Juan Antonio.
El 26 de Diciembre de 1923 pasa a manos del Archivo y Museo Histórico Nacional.
La Bandera fue robada el 16 de Julio de 1969 del Museo Casa de Lavalleja ubicado en la calle Zabala Nº 1469 por parte de un grupo de personas integrantes de la Organización Popular Revolucionaria (O.P.R. 33) Esta organización pasará luego a formar parte del Partido por la Victoria del Pueblo. Hasta el momento se desconoce su paradero y destino.
Tres fragmentos de la otra Bandera fueron donados al Museo Histórico Nacional por parte de Juan Spikerman en 1858.